CIUDAD REAL




Capital: Ciudad Real
Idioma oficial: castellano
Superficie: 19.813 km²
Población (2012): 530.250 hab.
Densidad: 26’76 hab/km²
IPC (2013): 103,299
Número de empresas (2013): 29.686
Tasa Actividad (2013) : 53,05 %
Tasa de paro (2013) : 30,49 %
PIB per cápita (2010): 17.812 euros
Número de Explotaciones (2009) : 37.748
Superficie agrícola (2009): 1.111.546,95
Unidades ganaderas totales (2009): 203.722,22
Total viviendas familiares (2011): 285.971
Total viviendas principales (2011): 198.017
Viviendas secundarias (2011): 41.522
Viviendas vacías (2011): 46.432
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Historia

La provincia de Ciudad Real, una de las más extensas de España, posee un paisaje principalmente llano con pequeños cerros que limitan al norte con los Montes de Toledo, también de escasa altitud. Es la única provincia con dos parques nacionales (Cabañeros y Las Tablas de Daimiel) , además de contar con privilegiados espacios naturales como Las Lagunas de Ruidera, donde nace el río Guadiana. Los parajes naturales se intercalan con poblaciones de valor histórico y cultural

Encinas y alcornoques abundan en la provincia, sobretodo en su extremo suroeste. A pesar de no existir altitudes elevadas, las dehesas y encinares recorren la provincia entre suaves ondulaciones, donde pueden encontrarse buitres, venados, cigüeñas y otros.

El Centro Europeo de Empresas e Innovación de Ciudad Real, se constituye en 1997 como una fundación privada sin ánimo de lucro, apoyada por un conjunto de entidades públicas y privadas con el objeto de dinamizar la cultura emprendedora y de innovación, apoyar la creación y puesta en marcha de nuevas empresas, especialmente aquellas que contengan elementos de innovación, asistir a las empresas existentes para su desarrollo y mejora de la competitividad.

La provincia de Ciudad Real, una de las más extensas de España, posee un paisaje principalmente llano con pequeños cerros que limitan al norte con los Montes de Toledo, también de escasa altitud. Es la única provincia con dos parques nacionales (Cabañeros y Las Tablas de Daimiel) , además de contar con privilegiados espacios naturales como Las Lagunas de Ruidera, donde nace el río Guadiana. Los parajes naturales se intercalan con poblaciones de valor histórico y cultural




Desde la Edad de Bronce existe constancia de presencia humana en la provincia de Ciudad Real, generando asentamientos que vivirán su propio desarrollo desde entonces. El paso de los pueblos celtíberos queda manifiesta también en centros como Alarcos, de importante valosr arqueológico. Otros pueblos de la Antigüedad, no obstante, dejaron poca huella en el territorio, cobrando la historia de la provincia más importancia a partir del periodo de la Reconquista, cuando finalmente se venció a los almohades tras una larga y cruenta resistencia. De cualquier modo, podemos destacar el Parque Arqueológico de Alarcos-Calatrava como la presencia de esa dualidad representada por el pujante poder cristiano (Alarcos) y el glorioso poder islámico (Calatrava), desaparecido y retomado en parte por los almohades, que derrotaron a los cristianos en una cruenta batalla en 1195. Calatrava La Vieja, la antigua Qal’atRabah islámica, es uno de los yacimientos medievales más importantes y mejor preservados de la Península. Fue enclave urbano del poder califal de la zona y también la primera posesión templaria de Castilla, lugar de fundación de la primera Orden Militar hispana, que adoptó su nombre, además de ser la ciudad más septemtrional del Imperio almohade.A partir de entonces se instaló en el territorio la Orden de Calatrava con el fin de contener los límites de Al-Andalus.
En 1255, Alfonso X, el Sabio, funda la capital en una población llamada el Pozo Seco de Don Gil, rebautizándola como Villa Real.La provincia de Ciudad Real ocupó durante la edad media un importantísimo lugar estratégico que fue dominado alternativamente por musulmanes y cristianos. Para garantizar el dominio sobre estas posesiones se construyeron numerosas fortalezas defensivas: Calatrava la Vieja y Calatrava La Nueva, Alarcos, Bolaños de Calatrava, Peñarroya, Villamanrique y Manzanares, entre otras, que aún hoy se yerguen majestuosas sobre el horizonte manchego. Así, la provincia experimenta algunos cambios administrativos debidos a su situación estratégica entre Madrid y Andalucía.
Es importante destacar el año 1420, cuando Juan II concede a Villa Real el título de ciudad, como recompensa a su apoyo en la guerra civil contra las Órdenes Militares, cambiando el nombre al actual de Ciudad Real.
El desarrollo cultural del Renacimiento queda patente en las distintas poblaciones de la provincia como Almagro, que progresó bajo el dominio de la Orden de Calatrava y que fue enriquecida por los banqueros del Emperador Carlos I durante todo el s.XVI.
También Villanueva de los Infantes, que cuenta con uno de los conjuntos monumentales más excelsos de toda La Mancha pertenecientes a este periodo, debido en parte al patronazgo de la Orden de Santiago. En Villanueva murió Quevedo en 1645.
En 1691 Ciudad Real es nombrada capital de La Mancha, pasando a ser más adelante capital de la provincia de Ciudad Real, creada en 1833. Antes se habían librado en el territorio batallas importantes a raíz de la Invasión Napoleónica (Batalla de Ciudad Real, 1809).
El s.XIX se carateriza también por el proceso de modernización, con la inauguración del Instituto Provincial de Educación (1843) y el ferrocarril (1863) entre otros. Ciudad Real es nombrada Diócesis por el Papa Leon XIII (1875).
El s.XX fue testigo de la crisis provincial generada por la Guerra Civil, con el consecuente éxodo rural de los municipios del campo a la capital. A partir de los años cincuenta, la modernización de la provincia es similar al que se experimenta en el resto de España.
De paisaje llano con cerros de escasa altitud, la tranquila Ciudad Real remite a las andanzas de Don Quijote y a sus tierras de molinos. Los Parques Nacionales de Cabañeros, el llamado Serengeti español, y las Tablas de Daimiel, además de otros ecosistemas protegidos como las Lagunas de Ruidera o el Campo de Calatrava, son lugares de importancia natural muy destacada. Su economía depende en gran parte de los servicios, la caza y , en menor medida de las explotaciones agrícolas y ganaderas, destacando las vinícolas.